¿Que nos ata?

1 Juan 2:16,17. 16Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Muchas veces nos hemos cuestionado acerca de qué es lo que debemos hacer, qué es lo que le agrada a Dios, como vivir la vida que le agrada a Dios. Para esto pedimos a veces a gritos una respuesta que no sea de tipo “religiosa” o sesgada como muchas veces escuchamos. Creo que la Palabra de Dios nos da la respuesta en términos entendibles para cualquier ser humano que esté dispuesto a abrir su corazón y su mente sin buscar ninguna clase de peros o de justificaciones al respecto.

Si leemos en detalle los versículos que se mencionan al comienzo podemos empezar a sacar algunas conclusiones:

1- La expresión “todo lo que hay en el mundo” es un “absoluto Bíblico”, es decir, una afirmación radical de que NO hay nada que pueda considerarse como excepción.

2- Para que comprendamos mucho mejor lo anterior, la Palabra hace una breve, pero muy completa lista de qué es lo que quiere significar con esa expresión de “todo lo que hay en el mundo”.

3- Podemos afirmar que menciona las tres áreas donde el ser humano tiene sus mayores y peores luchas. Menciona en primer lugar, los deseos de la carne, es decir, lo que atrae y seduce a nuestro cuerpo. Para entender esto es necesario que leamos lo que la Palabra nos menciona en Gálatas 5:19-21. 19Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Lo curioso de esta lista es que la Palabra no deja espacio para que alguien pueda pensar o creer que esta excento de alguna de ellas pues al final del versículo 20 leemos, “y cosas semejantes a estas”, por lo tanto, mi querido (a) amigo (a), NADIE se escapa. En segundo lugar encontramos, los deseos de los ojos. Si Usted observa con atención, de la lista que se menciona con anterioridad, los ojos juegan un papel muy importante. ¿Cómo llega a adulterar una persona si antes no “ve” el objeto de su equivocado deseo? Podríamos hacer una larga lista de preguntas donde la conclusión sería la misma: Todo entra en parte por los ojos. Pero veamos que nos dice la Palabra al respecto en Mateo 18:9. 9Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego. En tercer lugar menciona, la vanagloria de la vida. Para entender mucho mejor esta última mención es necesario conocer algunos sinónimos de la palabra “vanagloria”: Presunción, Orgullo, Vanidad, Jactancia. Podemos concluir entonces que al mencionar la vanagloria de la vida está haciendo referencia a todo lo que la sociedad y la vida misma considera importante (Dime cuanto tienes y te diré cuanto vales – Dime con quien andas y te diré quien eres – etc, etc).

4- Todo lo que acabamos de mencionar NO proviene del Padre, es decir, de Dios, sino del mundo.

5- El último versículo termina de una forma muy obvia y sin existir una sola manera de objetar lo mencionado: Todo lo anterior es pasajero, superfluo; quienes realmente permanecen son aquellos (as) que hacen la Voluntad de Dios.

Usted todavía podría encontrarse en una posición donde aún se cuestiona cuál es la forma correcta de vivir porque le parece que al no conocer la Palabra, sino una pequeña parte de la misma, no sabe por donde empezar.

Si esta es la sensación que Usted experimenta, permítame sugerirle que solo se concentre en lo que se menciona en Gálatas 5:19-21. Lea cada una de las descripciones que hace la Palabra de las áreas donde fallamos Todos en mayor o menor proporción y propóngase orar y trabajar juntamente con la ayuda del Espíritu de Dios para que Él lo pueda llevar al arrepentimiento y cambio radical de rumbo. Sólo así podrá Usted empezar a ver cambios radicales y visibles en su vida.