¡El amor es el verdadero mensaje!

¡El amor es el verdadero mensaje!
Dios es Amor

El proverbio

"Si no puedes creer lo que Dios dice; tampoco podrás creer lo que Dios hace"

abril 12, 2007

Parábola
"Aquí siempre se ha hecho así… Deje así…"
Mateo 9:16,17; Marcos 2:21,22; Lucas 5.36–39

Marcos 2:21,22. 21Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura. 22Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.

Significado.

Los tres evangelistas hablan aquí de una incompatibilidad fundamental entre lo nuevo y lo viejo. La nueva existencia inaugurada por Jesús es tan peculiar que no resulta ya posible vivir simultáneamente dos tipos de vida diferente. (El contexto usa como ejemplo al judío y al cristiano). No quiere decir esto que el cristiano deba renunciar a sus orígenes culturales o a su idiosincrasia de su pueblo, sino que debe de entender que su nueva naturaleza NO puede seguir contaminándose de la vieja.

Gálatas 2:16.
16sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

La Nueva Vida que ofrece Jesús a toda persona que acepte este reto que Él plantea, tiene que ser contenida en recipientes nuevos, NO en antiguas formas de religiosidad, NO puede ser contenida en viejos odres sino en corazones responsables que sepan adaptarse a sus nuevas exigencias.

Los rituales meticulosos y la obediencia ciega y fanática se resquebrajan frente a la presión del “amor al prójimo” y la “responsabilidad” de cada individuo delante de Dios.

NO es posible responder al llamamiento de libertad que hace Cristo a nuestra vida viviendo aún sujetos a pasiones y un estilo de vida que no está de acuerdo a sus preceptos.

Los méritos propios, los sacrificios y las obras para hacernos merecedores de nuestra propia salvación debemos hacerlas a un lado y sustituirlas por la fe y la alegría, además de saber que NO pueden ser impuestas a NADIE.

En el contexto de estas dos brevísimas parábolas, Jesús motiva a sus oyentes a comprender los maravillosos resultados del nuevo mensaje que Él trajo al mundo con el único objetivo de que el ser humano salga del error en el que ha estado viviendo.

Lucas añade en el versículo 39 una frase que pareciera contradecir las parábolas; sin embargo, esto NO es así. Lo que quiere dejar en claro es, con tristeza, la cruel realidad del ser humano: El hombre cierra “voluntariamente” su mente al mensaje de Cristo.

Realidad Hoy!

Contrario al pensamiento filosófico Hebreo de que lo mejor es lo añejo; el hombre contemporáneo se interesa en todo lo que tiene visos de novedad. El afán por todo lo nuevo; lo efímero; la moda; etc. Todo esto es breve por un momento y luego se desvanece en el olvido. Pareciera que la sociedad de hoy estuviera más dispuesta a aceptar el novedoso contenido del Evangelio. El problema real es que el Evangelio es considerado como algo viejo que pertenece al pasado.

“El hombre moderno se ha rodeado de un sinfín de objetos nuevos que le hacen más confortable la vida; pero en el fondo sigue siendo mezquino, egoísta y tan viejo como siempre. El bienestar temporal, pasajero, NO ha logrado renovar su arrugada alma porque el hombre, en el fondo, le cuesta trabajo romper con lo antiguo. Se acomoda a “lo malo conocido” mientras que “lo nuevo por conocer”, le produce inseguridad.”

1 comentario:

Hectorjo dijo...

Hermano, es dificil dejar muchas cosas viejas. Pero cuando recibimos los nuevos regalos del Señor sabemos que vale la pena dejar todo atrás por El.

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