· Fábula: Mito; Leyenda; Invención; Rumor.
Ø Dichos cortos, sentenciosos y enigmáticos, llamados Proverbios o máximas. Lucas 4:23. Él les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra.
Ø Alegoría elaborada. Mateo 13:3–9. Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga.
Ø Símil. Mateo 23:27. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
Ø Cuento corto o largo. Mateo 21:33–41. Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, la cercó de vallado, cavó en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos. Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos. Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon. Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera. Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad. Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron. Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores? 41Le dijeron: A los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto a su tiempo.
La parábola, pues, es un símil elaborado donde el relato, aunque ficticio, es verosímil, en contraste con la fábula.
Método llamativo de enseñanza indirecta que provoca el pensamiento. De fácil asimilación y las aplicaciones que el oyente hace resultan inolvidables. Tiene un propósito. El fin de las parábolas no es esconder sino revelar. Solo pueden percibirse cuando la mente está abierta hacia Dios.
Siempre en la parábola hay un elemento sorpresivo y novedoso que llama a la reflexión e inspira la decisión. Muchas parábolas se proponen entablar la discusión.
Enfocan en general el Reino de Dios, por lo menos en tres aspectos:
1. El “toque” que produce la Palabra de Dios por medio de las parábolas en el ser humano, provoca una crisis en la vida del mismo que lo lleva a decidirse a un cambio radical y a la seguridad de saber hacia donde se dirige.
2. Claramente explican que la misericordia de Dios en favor de los hombres no descansa en las buenas acciones de estos, sino en la gracia. “Dios en su infinita misericordia no nos da lo que merecemos; pero en su infinito amor, nos da, lo que no merecemos”.
3. Esta inminente realidad demanda que los hombres se arrepientan y manifiesten fe, amor y obediencia. La sinceridad de estas actitudes se expresa en actos concretos que muestran una devoción indivisible y una debida disposición con el prójimo.
Las parábolas de Jesús no solo muestran su extraordinaria creatividad en la enseñanza, sino que constituyen un permanente desafío a los deberes éticos y cristianos para los hombres de todos los tiempos.
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