Pero... ¿Qué es para ti la Navidad?
A esta fecha tan especial le puedes dar tantos significados como encontrar diversas formas de prepararte para recibirla. Para unos tal vez le recuerda que es en ese tiempo cuando reciben sus aguinaldos, para otros quizás sean vacaciones; los niños la relacionan con que no van a al Colegio, los adolescentes piensan en los intercambios y fiesta; y para muchos otros, la excelente oportunidad para ver a los parientes lejanos, olvidarse de la dieta y compartir con ellos una deliciosa cena, acompañados por una buena bebida.
Ahora… ¿Cómo te preparas para recibir la Navidad?
Tal vez desde antes compras el material para realizar tus propios adornos navideños o prefieres comprarlos hechos, te vas al centro comercial por el árbol de moda o te decides por uno natural, adquieres el mejor Pesebre y llenas de luces multicolores tu casa, ahh!! Sin olvidar claro, adelantarte a la larga lista de regalos para toda la familia, amigos y conocidos. En realidad es una época en que las actividades aumentan y se complican un poco ¿verdad?
Entonces... Es este realmente el significado que para ti tiene la Navidad y la forma de prepararte para recibirla, o ¿lo haces así por costumbre? Porque si es así, entonces cuidado, ya que esta costumbre puede llegar a tener una fuerza superficial muy considerable.
Comencemos por desempolvar la mente para recordar en realidad que y para quien estamos haciendo todo esto.
¿Ya te acordaste? Pues si, vamos a festejar el nacimiento y la llegada de Jesús a la tierra, aquel quien representa para muchas personas, el sustento espiritual y en donde desemboca nuestra fe, alegrías, tristezas, agradecimientos, peticiones y culpas; alguien que es fiel representante de la nobleza, la sencillez, la sabiduría, el sacrificio y quien posee en su plenitud, el maravilloso don de amar y perdonar. A Él, para ÉL y por Él es el festejo.
Muy bien, ahora para recibirlo debes prepararte como lo haces cuando sabes que vas a un baile, una boda, un cumpleaños, etc., poniéndote tus mejores galas. Lo mismo harás para esta fiesta. Tus mejores galas será tu creatividad y disposición requerida, para elaborar un pesebre en tu casa debajo del árbol; que si bien no será el más grande pero si el que esta adornado con la ayuda de toda la familia, sencillo pero deslumbrante.
Enseguida vamos a ocuparnos de nosotros mismos, y que una vez conscientes de la celebración, debemos mostrar una actitud optimista, reflexiva y dejando de lado todo aquello que solamente hace que olvidemos el verdadero sentido de la navidad.
Ya la cena entre toda la familia, la podemos ir planeando conforme nuestras posibilidades, sin derrochar lo que bien nos puede servir para después; nuevamente algo muy sencillo pero muy bien condimentado con tiempo y amor.
Dejamos como punto final los regalos, porque estos serán los más costosos de todas tus navidades; como hemos sido tan cautelosos y sencillos en todos lo preparativos anteriores, en este si tienes que lucirte, bueno será tan grande que tal vez no encuentres la envoltura ideal para ponerlo.
¿Pero que crees? La envoltura ya la tienes y esa eres tú, dentro de ella hay preciados regalos: Unos brazos fuertes capaces de transmitir afecto, y más adentro desde tu corazón, mucho amor, cariño, perdón y compresión. Y para finalizar el moño, hecho a base de una oración constante y fervorosa por los tuyos y sus familias, acompañada de los mejores deseos y anhelos.
Todo esto implica un esfuerzo considerable, pero vale la pena intentarlo. Ya haz terminado y estas listo para ver la Navidad de otra forma, el problema vendrá cuando los demás no acepten el nuevo significado que le haz dado; pero no te preocupes, tienes dos opciones: Vuelves a hacer el intento el año que viene hasta que se "acostumbren" o definitivamente te olvidas de todo y aquí no haz leído nada interesante.
Sólo recuerda que en esta ocasión ya por el simple hecho de pensar diferente acerca de la Navidad, te anotaste un diez. Y que si tú quieres en el próximo año, puedes volver a hacer el intento de hacer consciente a tu mente y a tu corazón, de que Jesús volverá a nacer en ti y tú en Él.
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